"Memos", o volanticos que se reparten desaforadamente en la vía pública |
Cuando comenzamos a caminar por las calles de Rosario notamos, con asombro primero y con aire de mofa después, la cantidad de consultorios médicos, sanatorios, y servicios de profesionales con especialidades muy particulares, ofreciendo consultas no solamente de psicología, oncología o fonoaudiología, sino también de podología, posturología, odonpodoposturología, y en general de todas las logías posibles para una imaginación fructífera (especialmente de una ocupada en el área de los pies o la columna). Además, la oferta en estas logías bizarras es tan abundante que hace suponer también una amplia y diversa oferta educativa, lo cual hemos verificado en el contenido de algunos de los "memos" con que a diario nos encartan en la calle.
Parece haber aquí una superespecialización del conocimiento que no obsta para que la formación académica sea aparentemente más integral que la que normalmente se recibe en Colombia. Sorprende encontrar cátedras anuales dedicadas con amplio despliegue al estudio de la metafísica, área que cuenta con muchos adeptos por estos lares y se anuncia en todas partes como curso particular, ciclo de conferencias, seminario de extensión. Además, en la enseñanza secundaria parece frecuente (al menos más frecuente que en Medellín) que se incluyan las asignaturas de teatro y música. Puede ser por eso que los artistas rosarinos son en su mayoría artistas muy integrales; si uno se encuentra con un bailarín, es probable que haga teatro también, y si se encuentra con una actriz, resultará que también danza y pinta, y aprende a tocar clarinete y hace contac y clown (que para mí no es teatro pero cuenta como experiencia bizarra). Se nota que los rosarinos desde "chicos" tienen muchas facilidades para entrar en contacto con universos a los que en Colombia es difícil acceder.
Todo ello otorga cierta extravagancia al mundo académico de la ciudad, que los fines de semana se nutre en las ventas callejeras del río con variados libros muy locos, sobre chamanismo, experiencias psicotrópicas, rock, tango, y principalmente, sobre psicología y psiquiatría, que acá son el pan del pueblo. En cambio, del opio del pueblo parece haber poco. No hemos visto muchas iglesias, aunque sí algunas diferentes a las que estamos acostumbradas... más rectangulares y con menos ventanas, a lo mejor son anglicanas o dios (alá, buda, etc) sabrá de qué religión.
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Foto desprevenida en la calle Córdoba |
.. Porque en un ambiente así no es descabellado que proliferen todo tipo de teorías, creencias, sectas, grupúsculos. Por ejemplo, yo había visto en wikipedia algo sobre los Chemtrails, pero no me imaginé que me encontraría alguna vez en una calle a los representantes de un grupo de estudio dedicado a ese tema. Me abordaron un hombre y una mujer ya entrados en años, y como ya me había ocurrido con los apóstatas, me comenzaron a explicar el modus operandi de los chemtrails en medio de una conversación muy amena. Al menos es cierto que los cielos rosarinos son surcados frecuentemente por la estela de unos dirigibles cuyo propósito no sería raro que fuera el de fumigar la soja transgénica que se cultiva masivamente en la provincia.
Otra día fuimos a la facultad de artes y humanidades y cuál no sería mi sorpresa al ver un cartelito pegado muy orondo y tranquilo, anunciando una "conferencia" a propósito del pensamiento de un autor que yo había oìdo mentar de oídas -de leídas para ser más exacta- pero cuya obra me había sido hasta entonces totalmente esquiva. De modo que, con mucha expectativa, fui restando los días para asistir a la charla que me adentraría en el mundo de Gurdjieff, a la que Marta desde el principio manifestó no querer asistir. Pues ocurrió que el día tan esperado me fui en compañía de ella, que actuaba solamente como gps y compañera de camino para luego marcharse con otros rumbos más aleatorios, cuando nos encontramos indefensamente desubicadas porque en la nomenclatura se pasaba de un número X a uno Z. Entonces, la gps mencionada dio a entender que el limbo numérico en que nos hallábamos debía tener un escalón no contemplado, y resultó que sí, el lugar de la conferencia iba a ser un lujoso hotel que empezó a tornar sospechoso el asunto.
Al preguntar si la conferencia era allí, el botones o el vigilante del hotel (no sé qué sería) emprendió carrera hacia el salón de la conferencia, de modo tal que fue ineluctable seguirlo aún para Marta, que como se recordará no planeaba asistir. Entramos a un pequeño salón. 15 personas más o menos, todas sentadas en círculo y pendientes de quién ingresaba. Después de la sonora corrida de sillas vigilada milímetro a milímetro por 15 ojos atentos, continuó la exposición, que parecía haber empezado hacía rato. Una mujer en pose bastante artificial explicaba las bases del intríngulis del cuarto camino de Gurdjieff. Cuidado de las formas, presencia en todo -receso tenso en el que un hombre repartió tres hojitas por cabeza con las formas de la presencia: en el decir, en el pensar, en el oir, en el mirar... - y con sonrisa aquí y allá (porque no se debe expresar ningún pensamiento negativo) y abundancia de expresiones como "el maestro" o "la verdad",continuó correcta pero nerviosa con su discurso sobre la presencia. Luego, receso para un ejercicio de elegir un verbo y hacerlo "con presencia".
Tras ello, esta mujer rígida, de forma confusa e inútil, intentó asimilar con las pintas de la baraja los tres elementos que según Gurdjieff conforman la esencia humana;a saber, el cuerpo, el intelecto y las emociones. Pero como aún quedaba una pinta (son 4), la escuela que organizaba la "conferencia" opinaba que estaba además lo instintual, de acuerdo con lo cual un practicante del cuarto camino no debía fumar ni beber, y debía someterse a acciones que lo "descolocaran" de su realidad cotidiana; no podía por ejemplo tomar mate (en una historieta habría aquí un signo de admiración sobre la cabeza de los asistentes). Esta hubiera sido "la tapa" si acto seguido una coexpositora no hubiera intervenido para expresar que otra "condición" necesaria para ser practicante del cuarto camino era la de tener disposición en lo espiritual y lo "material", atendiendo claro estaba a la condición particular de cada quien, por lo cual para ingresar a la escuela era indispensable otorgar un 10% del salario para su sostenimiento.
Una mujer se paró inmediatamente en forma muy airada, y mirando con mucha "presencia" a los estafadores -ya no cabía duda de lo que eran- les esputó en la cara que se imaginaba una cosa muy distinta pero todo eso era una "chalada", y se fue con un portazo, al que le siguió felizmente el de Marta y alguna otra persona. Yo me quedé. Claro, quería explorar en la psicología de semejantes especímenes, decirles unas cuantas cosas, cuestionarlos. Cómo me iba a ir con el avispero alborotado y la chispa encendida de un tema que en la vida real -y no en esa parodia deforme- me suena muy interesante. Espacio para preguntas. Cuestionamientos van, respuestas precarias vienen... "Si Gurdjieff en su obra tal decía esto, ustedes por qué"..., "Gurdjieff hablaba de tres caminos, ustedes de tres"... "Esa tontería de la baraja tan rebuscada, ¿por qué?"... Yo los increpé por la publicidad, por el ánimo de secta religiosa que chocaba con lo poquísimo que había leído del autor, por la incongruencia y el descaro. Luego no aguanté y me fui, más muerta de la risa que de la indignación. A la salida, nos reímos con los demás asistentes del descaro de esa logia, e incluso salí con recomendación de libros y de librería donde rebuscar los libros de un autor que es escaso en Rosario pero más desconocido en Medellín.
(... y es por todo ello que, aunque los rosarinos son medio ateos y desapegados, ésta es la ciudad de la Logías y las Logias)
1 comentario:
Casi no entiendo de qué se trataba la historia, tenía que leer y releer varias veces...menos mal no cayeron en esa estafa. Por favor cuídense mucho cuando vayan de aventuras a conferencias y lugares así de temas raros psicológicos y de la nueva era jejejeje. Abrazos :) Isa.
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