viernes, 3 de julio de 2015

Agua de rio

Todo comienza cuando te quitas los zapatos, te lanzas al piso, comienzas a estirar cada musculo, cada articulación y a deslizarte de un lado a otro con una sensación de agua desparramada por todo el cuerpo, por momentos puedes llegar a sentir que fluye una fuente dentro de ti, que eres un pequeño pozo e incluso, que te transformas en una catarata mas alocada que las del Iguazú.

El desplazamiento no para, en ocasiones te encuentras con otras vertientes con las que tienes la posibilidad de fundirte, de escabullirte en forma de corrientes arremolinadas, de olas marítimas en noche de tormenta o si eres mas listo puedes hacerlo a través de la metamorfosis continua que caracteriza al liquido incoloro en mención y desaparecer a través evaporación acuática en forma de nube.

Esa agua en que te transformaste sigue su paso continuo de un estado a otro, su choque y encuentro con las demás aguas, es elevada, arrastrada, transportada por fuerzas externas e internas hasta que llega un punto en el que se detiene y comienza a palpitar como la mas simple agua de un rio de llanura.

De esta manera, vas quedándote en un estado en el que de gota pasas a nube y vuelves a arroyo hasta que se escucha una voz dulce que a la vez suena como un trueno con sus palabras de "se ha terminado la clase de contac"

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