miércoles, 26 de febrero de 2014

Y hubo vacaciones

Este mes han sido bastante escasas las historias por contar de Rosario y sus alrededores, no se volvió a saber nada del inclemente verano, ni se pudo narrar la historia de la sensación térmica 2.0 en versión calor infernal. La razón, muy sencilla, tanto  que hasta tiene nombre propio: vacaciones, sí vacaciones, eso fue a lo que me dediqué, cerré bien el altillo, me despedí del río con un chapuzón y de los rosarinos del piso de abajo con un abrazo apapachador.
En Ollantaytambo (Perú) con mis compañeras
de viaje que llegaron desde Colombia.

El viaje fue con mochila al hombro, un par de provisiones para el camino y la mejor energía del mundo, cada momento estuvo lleno de magia y locura; entre echar dedo, viajar en colectivo, en autos destartalados y otras veces a pie en medio del bloqueo popular en las vías. Y regresé, no como las golondrinas de Gustavo Adolfo, pues no es tiempo de primavera, ni mi altillo tiene balcón, pero llegué cargada de sonrisas y respirando el azul clarito que invade tus pulmones cuando visitas la cordillera de los andes con una buena compañía.


* Para mayor información sobre las vacaciones se le tiene el relato pormenorizado de los casos y chispazos ocurridos aquí:

Primera parte:  http://mar-ti-rio.blogspot.com.ar/2014/03/viaje-sin-camara-la-ida.html
Segunda parte:  http://mar-ti-rio.blogspot.com.ar/2014/03/viaje-sin-camara-20-el-regreso.html